El «flechazo» no tiene nada de imaginario. Pero ¿Qué pasa cuando empiezas a descubrir que tu delicada princesa parece más bien algo torpe, o que tu príncipe azul es algo así como celeste desteñido? (Es cruel, pero a menudo el amor a primera vista se cura al segundo vistazo.)
Alguien tendría que dar solución a estos problemas, de otra manera la vida es imposible. Pero veamos cuál es la verdadera cuestión: Tú planeas establecer una relación con un ser humano, ¿verdad? (Hasta la fecha, los marcianos no parecen mostrar interés en el asunto.) Bien, será mejor que aceptes desde ahora que tarde o temprano encontraras en ese ser humano algunas cosas que no se ajustarán a tu manera de pensar. Esto siempre ocurre. Aquel muchacho se había lanzado a la búsqueda de la mujer ideal. Finalmente la encontró. El único inconveniente fue descubrir que ella estaba buscando al hombre ideal.
¿Qué haces con ese ser humano que no es el  ideal? Por lo pronto, haz lo que hace Dios contigo: ¡Acéptalo! Luego será tiempo de determinar si real- mente esas diferencias de puntos de vista son o no lo suficientemente importantes para que un noviazgo funcione. La persona perfecta no existe, ni tampoco se  te ha autorizado a cambiar a ninguna. Pero bríndale la seguridad de que la aceptas como es, y probablemente cambiará progresivamente, sin que nadie se lo pida. Amar es, al fin de cuentas, hacer un compromiso incondicional con un ser imperfecto.
Pero ¿Cómo puedes aceptar los defectos de alguien, si todavía no los has descubierto?
Serie: ¿Amor a primera vista?
Por Osvaldo Gallino
 
 
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