“...así no comprenderás la obra de Dios quien hace todas las cosas.” Muy interesante esta declaración de Salomón. La extraña obra de Dios solo se hace real cuando nosotros atendemos sus mandatos, los ponemos por obra y confiamos que algo sucederá. Los milagros existen y se hacen visibles cuando estamos dispuestos a obedecer la Palabra.
Con mucha frecuencia atiendo en consejería a cristianos “maduros” que no creen en el principio inexorable de la siembra y la cosecha, hasta se burlan. Ignoran que Dios actúa basado en sus leyes y principios. Estos creyentes por lo general están en situaciones financieras muy deprimentes o en escasez, pero prefieren no sembrar, por lo tanto no pueden cosechar. Sembrar sin dejar reposar nuestras manos es vital para ver grandes cosechas de Dios aparecer en nuestra vida. Recuerda que la Biblia dice que Dios da semilla al que siembra y pan al que come. De modo que, si Dios pone semillas en tus manos y te quedas con ellas sin que las siembres en algún terreno, no te entregará más semillas porque sencillamente tu no conoces la ley inexorable. Aprende el oficio de sembrar y así podrás ver al Dios que entrega cosechas.
Marcos Manrique
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